domingo, 4 de septiembre de 2011

CAPITULO IX Del Libro de Oro del Maestro Saint Germain


Una de las cosas más importantes, aún para los es­tudiantes más sinceros, es la necesidad de darle tiempo a la meditación por la mañana o por la noche, la de aquietar la actividad exterior para que la Pre­sencia Interior pueda surgir sin obstrucción.
Meditar significa realmente sentir la activa Presencia de Dios, por eso cuando se entra en meditación no debemos arrastrar con nosotros todas las perturbaciones que nos han atacado hasta ese momento. Hay que quitar conscientemen­te del sentimiento y de la atención todo aquello que pueda perturbar, pues es una actitud para sentir la Presencia de Dios y no para revolver todas las molestias. Cuando se dio aquella afirmación: «CONOCED LA VERDAD Y ELLA OS HARÁ LI­BRES», la intención fue la de reconocer y aceptar la actividad de la Gran Presencia «YO SOY». Por eso,
1)     Hazte cons­ciente de que el «YO SOY» es el Primer Principio y que es la absoluta seguridad de liberación; ahora mismo.
2)     Cono­ce que «YO SOY es la activa Presencia que gobierna toda manifestación en tu Vida y tu Mundo perfectamente». Así habrás entrado a la Verdad que te dará toda libertad.
Debo hablar de una cosa que sería risible si no fuera tan seria. Tú castigarías a tu perrito si constantemente trajera huesos de la cocina a la alfombra de tu salón. Naturalmente te parecería que está haciendo algo inarmonioso. ¿No sabes, amado estudiante de la Verdad, que cuando permites que tus pensamientos remuevan experiencias desagradables estás haciendo algo mucho peor que lo del perrito? Lo malo, y que aparenta ser tan difícil de comprender, es que nunca, bajo ninguna circunstancia, se debe atajar el agua que ya pasó por debajo del puente. En otras palabras, LAS EXPERIEN­CIAS DESAGRADABLES, LAS PÉRDIDAS, O CUALQUIER IMPERFECCIÓN QUE HAYA OCURRIDO EN TU VIDA NO DEBEN JAMÁS SER ABRAZADAS Y MANTENIDAS EN EL PRESENTE. YA PASARON; OLVIDA Y PERDONA. EL DAR Y PERDONAR ES DIVINO. Por ejemplo: Si un individuo ha entrado en un negocio y ha fracasado, es siempre por la inarmonía mental de su actitud y sus sentimientos. Si cada individuo en circunstancias semejantes mantuviera con fir­meza que sólo existe DIOS EN ACCIÓN, lograría el éxito más perfecto.
DESDE EL MOMENTO EN QUE TODOS TENEMOS LIBRE ALBEDRÍO, AQUEL QUE NO CONTROLE SU MUNDO SENSORIAL SE ENCONTRARÁ DES­TROZÁNDOLO TODO, LO PROPIO Y LO AJENO. TAL ES LA GRAN LEY, A MENOS QUE EL INDIVIDUO CORRIJA SUS PENSAMIENTOS Y SENTI­MIENTOS Y LOS MANTENGA CORREGIDOS.
Todo ser encarnado ha cometido cantidad de errores. Por esta razón nadie debe permitirse una actitud de: «YO SOY más santo que tú», sino que, por el contrario, se debe invocar la Ley del Perdón, ya que si se está sintiendo crítica, condenación u odio hacia otro hijo de Dios, sabrá que jamás podrá prosperar. En vez de ello debe decirle mentalmente a la persona en cuestión: «TE MANDO LA PLENITUD DE MI AMOR DIVINO PARA BENDECIRTE Y PARA QUE PROSPERES». Esta es la ac­titud que libera de los fracasos de la actividad exterior.
Aquellos individuos que están constantemente dando vueltas en sus mentes y en sus discusiones a algún negocio que fracasó, deben saber que al final se destruirán ellos mismos si no apelan a la Ley del Perdón para borrar completamente aquella situación.
Aquel que se mantiene en actitud vengativa por algún mal imaginario o real, traerá sobre sí mismo la incapaci­dad mental y física (parálisis o mal de Parquinson). Aquel dicho antiguo «A MENOS QUE TÚ PERDONES, ¿CÓMO ESPERAS SER PERDONADO?» es una de las más graves leyes en la ex­periencia humana. ¡Si pudieras ver cómo se pegan las cosas que ya no se quieren, cuando se permiten repasar las discordias que se considera que ya no tienen remedio!
La cosa más grande que la humanidad está buscando en realidad es la Paz y la Libertad, que siempre son las puertas de la dicha. No hay sino una sola manera de re­cibir esto y es conocer a Dios en la Presencia «YO SOY», y que esta Presencia es la única Inteligencia que actúa en tu vida y tu mundo en todo momento. Adopta esto, vívelo. Una de las cosas más asombrosas que he atestiguado des­de que estoy en el Estado Ascendido, es la idea distor­sionada de la Libertad financiera. No hay sino una roca segura sobre la cual se puede construir la libertad finan­ciera eterna, y es la de conocer y sentir en todas las fibras del ser «YO SOY LA SUSTANCIA, LA OPULENCIA, YA PERFECCIO­NADAS EN MI MUNDO, DE TODAS LAS COSAS CONSTRUCTIVAS QUE PUEDA YO CONCEBIR O DESEAR».
Esta es la libertad financiera verdadera. Este concepto te la traerá y no dejará que se te escape.
Por otra parte el hombre puede usar consciente o incons­cientemente lo necesario de esta Presencia «YO SOY» o de esta Energía Divina para acumular a través de la actividad exterior millones de dólares. ¿Pero dónde está la seguridad de que los va a conservar? Yo te aseguro que es imposible que ningún ser en el mundo físico pueda conservar la riqueza acumulada si él no tiene en cuenta que Dios es el Poder que la produce y la mantiene. Tú ves frente a ti constan­tes ejemplos de grandes riquezas que se van en una noche.
Hay miles que en recientes pasados años se han visto en este caso, y si aún después de haberla perdido toman la decisión consciente: «YO SOY la riqueza de Dios en acción ahora manifestada en mi vida y mi mundo», la puerta se les hubiera abierto inmediatamente para recibir de nuevo la abun­dancia. ¿Por qué se dice «de nuevo»?, porque si estuvieron ricos habían construido un gran momentum de confianza. Todos los requisitos estaban a la mano para que las riquezas continuaran; pero en la mayoría de los casos de estas pérdi­das se les permite la entrada a grandes depresiones, a menu­do odios y condenación, que es lo que cierra la puerta al progreso.
Permíteme asegurarte, amado hijo de Dios, que jamás existió en este mundo una condición tan mala que estuviera fuera de la Activa Presencia de Dios «YO SOY» con su eterna fuerza y valor para reconstruir de nuevo la indepen­dencia financiera. Yo quiero que los estudiantes entiendan lo siguiente: en estos días de derrumbe de tronos y gobier­nos, de fortunas individuales, necesitan conocer y compren­der que sus riquezas han volado por ignorancia e incom­prensión. La Presencia «YO SOY» en ellos, Dios en Ac­ción, es el reconstructor seguro de la fe, la confianza, la ri­queza, o sea, lo que sea que quieran ellos enfocar con su atención consciente; y así permiten ellos que esta energía in­terior fluya a través de sus deseos, pues éste es el único Po­der que jamás no haya logrado algo.
Todo individuo que haya expresado una aparente pérdi­da económica debe inmediatamente usar la maravillosa afir­mación de Jesús: «YO SOY la Resurrección y la Vida»… (de mi negocio, mi comprensión o lo que sea pertinente). Te digo francamente, amado estudiante, que no hay esperanza alguna en el cielo o tierra para aquél que persista en mante­ner en su conciencia pensamientos y sentimientos de crítica, condenación y odio de cualquier descripción, y esto incluye hasta un leve desagrado. Esto nos lleva al punto vital de que SÓLO TE CONCIERNE TU PROPIA ACTIVIDAD Y TU MUNDO. NO TE IN­CUMBE JUZGAR A OTRO PORQUE TÚ NO CONOCES LAS FUERZAS QUE LO INFLUYEN A ÉL NI A SUS CONDICIONES. TÚ SÓLO CONOCES EL ÁNGULO QUE TÚ VES DE ÉL, y yo te digo que si alguien manda pensa­mientos de crítica, condenación y odio a un tercero que fue­ra enteramente inocente de todo intento de dañar al próji­mo, éste estaría cometiendo algo peor que un asesinato físi­co. ¿Por qué es esto? Porque el pensamiento y sentimien­to forman el único poder creador y aunque dicho sentimien­to y pensamiento pueden no dañar el objetivo, tienen que devolverse y arrastrar las condiciones enviadas por el indivi­duo que las lanzó, y siempre con energía acumulada. Así es que tales pensamientos dañinos hacia otros están destruyen­do los negocios y asuntos del que los manda. No hay forma posible de evitarlo excepto que aquel individuo se despierte y conscientemente invierta las corrientes.
Vamos a dar un paso más. A través de todas las edades han existido asociaciones comerciales en las cuales una o dos personas han tenido el intento deliberado de dañar, y otros individuos absolutamente inocentes han sido culpados y encarcelados. Yo te digo que es una Ley infalible que aquel o aquellos que puedan causar el encarcelamiento de personas inocentes, privándolas de su libertad de acción, se atraerán la misma experiencia en sus propias vidas hasta la tercera y cuarta encarnación siguiente.
Yo preferiría mil veces morir que ser el instrumento que pudiera privar de su libertad a cualquiera de los hijos de Dios. No hay crimen mayor en la experiencia humana de hoy en día que el uso de las evidencias circunstanciales, porque en noventa y nueve casos de cada cien se encuentra después que han sido enteramente falsas. Algunas veces la verdad no es conocida jamás por los sentidos exteriores.
De manera, amados estudiantes, que ninguno de aque­llos que buscan la Luz se constituya en juez de ningún hijo de Dios.
Vamos a suponer que alguien a quien amamos mucho esté actuando disparatadamente. ¿Qué es lo primero que hace el mundo en general? Pues juzgarlo y criticarlo. La cosa más poderosa que se pueda hacer en pro de esa per­dona es llenarlo de amor y conocer mentalmente «YO SOY DIOS EN ACCIÓN LA ÚNICA INTELIGENCIA Y ACTIVIDAD CONTRO­LANDO A ESTE HERMANO O HERMANA». Continuar habiéndole mentalmente a su conciencia es la más grande ayuda que se puede dar.
Muchas veces los argumentos verbales con semejante individuo forman una condición antagónica, intensifican­do en vez de borrar la actividad. En el trabajo silencioso lograrías tu objetivo con absoluta certeza.
Nadie puede conocer lo que la Presencia «YO SOY» de un tercero desea hacer. Estas son verdades vitales que al emplearlas traerían gran paz a las vidas de los demás. Muchas veces, el esfuerzo puesto en algunos negocios no puede impedir la ruina de los mismos porque hay en la conciencia de los actuantes un juicio y condenación ocul­to o un sentimiento de odio disimulado hacia otro.
EL ESTUDIANTE O INDIVIDUO QUE DESEE PROGRESAR RÁPIDAMENTE EN LA LUZ NO DEBE JAMÁS DORMIRSE HASTA QUE HAYA ENVIADO SU AMOR A TODO INDIVIDUO QUE ÉL CONSIDERE QUE LE HA DAÑADO EN CUALQUIER MOMENTO. ESTE PENSAMIENTO DE AMOR SALE DERECHITO COMO UNA FLECHA HACIA LA CONCIENCIA DEL OTRO INDIVIDUO, PORQUE NO HAY NADA QUE LO PUEDA DETENER, Y GENERARÁ SU CA­LIDAD Y PODER ALLÍ DONDE HA SIDO ENVIADO. ES SEGURO QUE SE DE­VUELVE EN EL MISMO INSTANTE EN QUE ES ENVIADO. NO HAY NIN­GÚN ELEMENTO QUE SEA CAUSANTE DE TANTOS MALESTARES DEL CUER­PO Y DE LA MENTE COMO EL SENTIMIENTO DE ODIO ENVIADO HACIA OTRO INDIVIDUO. No se puede predecir cómo irá a reaccionar en la mente y el cuerpo del que lo envía. En uno puede que pro­duzca un efecto, y en otro un efecto diferente. Que se entien­da bien: el rencor o resentimiento no son sino otra forma de odio, odio de un grado menor.
Un pensamiento maravilloso para vivir con él siempre es el siguiente: «YO SOY EL PENSAMIENTO Y EL SENTIMIEN­TO CREADOR PERFECTO PRESENTE EN TODAS LAS MENTES Y CORA­ZONES DE TODO EL MUNDO EN TODAS PARTES». Es algo mara­villoso. No solamente da paz y reposo al que lo envía o al que lo genera, sino que provoca dones sin límites que vienen de la Presencia.
Otro pensamiento es: «YO SOY LA MAGNA LEY DE JUS­TICIA Y PROTECCIÓN DIVINA ACTUANDO EN LAS MENTES Y CORA­ZONES DE TODO EL MUNDO». Puedes aplicar y usar esto con enorme fuerza y poder en todas las circunstancias. Otro es: «YO SOY EL AMOR DIVINO QUE LLENA LAS MENTES Y CO­RAZONES EN TODAS PARTES».
Absolutamente todo en la experiencia humana puede ser gobernado por la Presencia «YO SOY». El uso de la Presencia «YO SOY» es la más alta actividad que se pue­de enseñar. Cuando tú dices «YO SOY» pones a Dios en actividad. Cuando sientas y conozcas la enormidad del uso de esta expresión, realizarás el enorme poder del «YO SOY». Cuando tú dices «YO SOY el Poder de Dios Todo­poderoso», no hay otro poder que pueda actuar, habrás liberado y soltado la plena actividad de Dios.
Otra afirmación: «YO SOY LA MEMORIA CONSCIENTE Y LA COMPRENSIÓN EN EL USO DE ESTAS COSAS». Cuando tú digas «LA PRESENCIA YO SOY ME VISTE CON MI TRAJE DE LUZ ETERNA Y TRANSCENDENTE», esto actúa realmente en ese momento.
El lugar secreto del Altísimo es esta Presencia «YO SOY». Las cosas sagradas que te estoy revelando no de­bes ponerlas a un lado. Son como perlas. Procura conocer siempre: «YO SOY EL PERFECTO APLOMO EN MI HABLAR Y EN MI ACTUACIÓN EN TODO MOMENTO PORQUE YO SOY LA PRESENCIA PROTECTORA».Entonces la guardia siempre está montada.
La energía de Dios está siempre en espera para ser dirigida. Inherente en la expresión «YO SOY» está contenida la actividad autosostenida. Ahora sabes que el tiempo no exis­te; esto te trae a la acción instantánea y tu precipitación pronto tendrá lugar. Precediendo a la manifestación sentirás siempre una quietud absoluta.
Afirmaciones metafísicas para la persona que está en pleno caso judicial:
«YO SOY» LA LEY. «YO SOY» LA JUSTICIA. «YO SOY» EL JUEZ. «YO SOY» EL JURADO.
Sabiendo que el «YO SOY» es Todopoderoso, afirma entonces que sólo la Justicia Divina puede hacerse aquí.