miércoles, 30 de septiembre de 2015

martes, 22 de septiembre de 2015

Los cinco principios diarios de Mikao Usui


LOS CINCO PRINCIPIOS DIARIOS

Dr. MIKAO USUI

1-        Solo por hoy, no te enojes.
  
2-        Solo por hoy, no te preocupes.
  
3-        Honra a tus Maestros  y  a tú prójimo.
  
4-        Demuestra gratitud.
  
5-        Gana honradamente el pan de cada día.
  
Solo por hoy no te preocupes:

Las tres primeras palabras “solo por hoy”, hacen alusión al “aquí” y “ahora”, indicándonos que no debemos preocuparnos por lo pasado, debemos comprender que en aquel momento concreto actuamos según nuestro condicionamiento y que fue el resultado de nuestro grado evolutivo, por lo que actuamos lo mejor posible. Por ello debemos agradecer la lección aprendida, ya que nos permite que no vuelva a repetirse.

Tampoco debemos preocuparnos por el futuro, porque nosotros mismos lo creamos, y son las situaciones que necesitamos para nuestro proceso evolutivo.

Recordemos que en la vida toda esta en continuo cambio y nada es permanente. Nuestro “Yo Superior” sabe como afrontar cualquier conflicto por complicado que parezca, solo debemos confiar en nosotros mismos.

Solo por hoy no te enojes:

La irritación es un estado de desarmonía que puede surgir por diversas razones, pero principalmente proviene del sentimiento de cólera o ira que se desprende de la situación de querer controlar y dominar las situaciones en las que estamos inmersos.

Nuestras reacciones deben servir para descubrir los puntos débiles de nuestra personalidad y una vez consciente de ello, estaremos en condiciones de asimilar la enseñanza que encierran, para seguir avanzando en nuestro proceso evolutivo.

Honra a tus padres, maestros y ancianos:

Todo lo que existe en el Universo procede de la misma fuente, todos estamos impregnados de la Esencia Divina, formamos parte de la Unidad Cósmica y Universal. Por ello todos los seres son merecedores de todo nuestro respeto, amabilidad, compasión y amor.

El primer paso para realizar este principio es quererte y respetarte a ti mismo, porque si te críticas, te auto desprecias y tienes una pobre opinión de tu persona, esto es lo que reflejarás sobre los demás.

Al enfrentarte a tus relaciones difíciles, recuerda siempre que cada persona física tiene en su interior un Ser de Luz y acércate a él con respeto y amor.

Demuestra gratitud:

La gratitud por todo lo que tenemos, somos y hemos recibido es un estímulo que necesita nuestro espíritu para avanzar, y especialmente por los pequeños pasos que día a día nos permiten avanzar.

Interioriza y ten presente esta realidad. Tu eres un Ser Único, Universal y Divino, y tienes tanto derecho a la abundancia Universal como cualquier otro.

Gánate la vida honradamente:

El trabajo que realizas es una parte de ti mismo, de tu energía vital, que cedes al mundo y al grupo en que vives en forma de actividad física o intelectual. Primero debes amar lo que haces.

No existen tareas sustancialmente mejores que otras, lo único que objetivamente existen son las actividades o trabajos en si

mismos, y lo que le da más o menos valor para ti es lo que tú piensas sobre ellos. Por ello, cambiando tus creencias, puedes pasar de una situación decepcionante a un estado de satisfacción y alegría por lo que haces.

Si somos honrados con nosotros mismos y con los demás, y actuamos  asumiendo la responsabilidad de nuestros actos, enfrentaremos la verdad con aceptación.












Historia de Mikao Usui (Versión Americana)


Historia de Mikao Usui (Versión Americana)


Hacia fines del siglo pasado,  el  doctor  Mikao  Usui  (También   llamado   Dr. Usui Sensei, que quiere decir Maestro en japonés) era director de una Escuela Cristiana de varones. Ofrecía el sermón dominical porque también era pastor. Un domingo, alguno de los muchachos de la fila delantera lo interrumpió preguntándole, "¿Doctor Usui, usted cree lo que dice la Biblia?"
El respondió, "Estudié la Biblia muy a fondo cuando estaba en el seminario aquí en Japón, y tengo fe en lo que dice."
La plática del muchacho continuó: "¿Estamos iniciando nuestras vidas y quisiera que me responda una cuestión, Cree usted que Jesús sanaba?"
El doctor Usui Contestó, "SÍ."
"Entonces, por favor denos una demostración sanando a un ciego o a un lisiado, o caminando sobre las aguas." El doctor Usui replicó, "Soy un buen cristiano y tengo fe, pero no puedo demostrar ninguna de esas cosas porque no me enseñaron a hacerlo."
Los muchachos dijeron, "No queremos tener una fe ciega. Queremos ver una demostración."
El doctor Usui dijo, "Algún día, me gustaría probarles lo que me piden. Algún día, cuando encuentre la manera, volveré y lo demostraré. Ahora mismo renuncio, e iré a Estados Unidos para estudiar la Biblia en un país cristiano, y después regresaré."
Dijo "Adiós" y dejó la iglesia.
Ingresó a la universidad de Chicago y estudió filosofía, cristianismo y la Biblia. Descubrió que las enseñanzas eran iguales a las que había recibido durante su infancia en la escuela por parte de los misioneros y también en el seminario japonés. No podía hallar dónde Jesús había dejado la fórmula para producir sanación en los demás. Prosiguió sus estudios sobre hinduismo, budismo y otras religiones del mundo. Aprendió que Gautama Buda sanaba a los ciegos, tuberculosos y leprosos.
A esta altura, había estado en Chicago durante siete años. Volvió a Kioto para estudiar más sobre Buda, con la esperanza de hallar la fórmula de la sanación. Narra era la sede del budismo, pero Kioto tenía la mayoría de los templos y monasterios. Fue a todos ellos y planteó siempre el mismo interrogante: "¿Los sutras dicen que Buda sanaba?" Y siempre la misma respuesta, "Está escrito." "¿Pueden hacerlo?"
"En el budismo, consideramos que el propósito del ministerio es alcanzar la paz mental, realizar la felicidad. El trabajo de la iglesia consiste en proveer servicios que lleven sus mentes a ser más espirituales, pues el espíritu es eterno. Entonces ellos quieren demostrar gratitud. Esto nos mantiene muy ocupados. La enfermedad física es para la mente. El cuerpo físico es apenas temporario, y existen doctores y medicinas para tratarlo." Después de meses de búsqueda, fue derivado a un templo Zen cerca de Kioto, que poseía la mayor biblioteca budista de Japón. Pidió hablar con el monje más elevado. Mientras conversaban, él observó que el rostro de este monje de setenta y dos años era joven y lindo como el de un niño, y tenía una voz muy bondadosa cuando le dijo, "Pase." El doctor Usui le preguntó, "¿El Zen cree en la sanación?" “¿Puede usted sanar a la entidad física?" "Todavía no," fue la respuesta del monje. "Estamos muy ocupados armonizando primero la mente. Meditamos todos los días por la iluminación espiritual. "¿Cómo van a obtener el entrenamiento físico?" preguntó el doctor Usui. "Ya vendrá. Tenemos fe y algún día en nuestra meditación recibiremos el método. Antes de mi transición, seguramente sabré cómo."
Entonces, el doctor Usui preguntó si podía ingresar al monasterio y aprender. Budismo. Durante los tres años que permaneció allí, leyó todos los sutras escritos en japonés y estuvo sentado muchísimas horas con los monjes en la meditación. Pero eso no era suficiente. Les agradeció y se disponía a partir cuando el monje principal le pidió que siguiera estudiando con ellos. Las investigaciones muestran que en esa época, este monasterio se hallaba dedicado a la traducción al japonés de los primeros sutras de la India en sánscrito. El monje dijo, "Hemos adoptado caracteres chinos, pero es como cuando usted lee latín."
El doctor Usui permaneció allí muchos años, aprendió a leer chino y leyó los sutras que habían sido escritos en ese idioma. Sin embargo, no hallaba la fórmula que estaba procurando.
Estudió sánscrito y comenzó a estudiar los sutras redactados en sánscrito, uno de los primeros lenguajes escritos.
¡Fue en los sutras escritos en sánscrito que descubrió algunos símbolos y algunas frases que podrían ser la fórmula del Manual sobre el Sistema de Sanación de Buda! ¡Escrito 2.500 años antes!
El problema siguiente consistió en juntar esas cosas para que pudiesen tomar una forma práctica, utilizable. Para ello, decidió emprender un ayuno y una meditación con la esperanza de recibir la visión que le explicase todo. Sus palabras de despedida, cuando dejó el monasterio, fueron que fuesen a buscar su cuerpo si no había regresado dentro de los veintidós días siguientes.
Su Meditación
Con apenas algo de agua en una cantimplora de cuero, subió al monte Kurayama. Halló un apropiado árbol de pino donde el oído alcanzaba a escuchar un arroyo, y se sentó a meditar. Juntó frente a él veintiuna piedras y al amanecer de cada día arrojaba lejos una de ellas y daba la vuelta a una piedra. Leyó sutras, cantó, oró y meditó.
En horas tempranas del día vigésimo primer, en la oscuridad nocturna previa al amanecer, donde no se podían ver ni la luna ni las estrellas, nada había sucedido cuando le dio la vuelta a la piedras y se dijo: "Bien, esta es la cosa, o consigo hoy la respuesta o no la consigo más", concluyó su meditación Abrió los ojos y miró hacia el cielo oscuro, pensando que ésa era la última oportunidad para encontrar la respuesta que había buscado durante todos eso años.

Vio relámpagos de luz... un fenómeno.
La luz se movió velozmente hacia él.

Excitado y exaltado, pensó, "Se trata de una prueba. La encararé"
Con sus ojos bien abiertos, vio que la luz lo imputa en la frente. Cayó hacia atrás y perdió la consciencia. Era como si hubiese muerto. Su visión se inició mientras el alba comenzaba a despuntar. Miró hacia la derecha. Millones de burbujas con los colores del arco iris bailaban frente a él.
Entonces el color rojo irrumpió desde la izquierda y llenó el cielo por completo. Se mantuvo un momento y luego se diluyó. Después el amarillo, el verde, el azul y el púrpura. ¡El cielo entero era como un arco iris! ¡Era un fenómeno imposible de olvidar! Cuando el último color se desvaneció, una luz blanca surgió desde la derecha y formó una pantalla ante él. Alguna de las cosas que había estudiado en sánscrito apareció en letras doradas ante sus ojos. Después, un símbolo dorado se aproximó desde la derecha, se movió hasta la pantalla, y se desplazó hacia la izquierda mientras otro símbolo surgía a la vista, y después otro, seguido por otro, hasta que todos los símbolos bailaron frente a él, y con ello advino el entendimiento de su significado y el uso que debía dárseles.
Entonces escuchó "Recuerda. Recuerda. Recuerda."

Cuando reaccionó, ya era pleno día. Se sentó y pensó sobre todo lo que había visto y oído.
Cerró los ojos y todas las letras y símbolos dorados se le aparecieron.
Al volver de esta experiencia comenzó a descender la montaña y fue, desde ese momento en adelante, capaz de curar. El primer día solamente ya sanó un dedo de su pie que estaba roto, su propia inanición, una muela enferma y la postración del Abad que lo tenía inválido. Estos se conocieron como sus primeros cuatro milagros.
Decidiendo que debía usar estas habilidades para ayudar a otros, pasó los siguientes siete años en la zona de mendigos de Tokio sanando a los pobres y a los enfermos de allí, asistiéndoles para encontrar trabajo y elevándoles por encima de la pobreza. Después de los siete años comenzó a notar caras familiares, aquellas de quienes había curado anteriormente y que habían vuelto. Preguntándoles, estos se quejaron de que la vida fuera del arrabal era demasiado dura y que era mucho más fácil mendigar para vivir.
Habían desperdiciado el don de la salud, como si no valiera nada, para volver al supuesto confort de la vida que conocían.
Esto le planteó a Usui un dilema y se volvió al monasterio. Allí se dio cuenta de que no les había enseñado gratitud junto con la sanación. De que se había enfocado en los trastornos físicos sin tratar con los asuntos espirituales. La gente no había comprendido el valor del don que les había hecho.
El Dr. Usui volvió al monasterio para seguir reflexionando y haciendo planes. Después de un tiempo en el monasterio llegó a una estrategia diferente. En este nuevo plan viajaría por todo el país, de pueblo en pueblo. En cada uno se situaría en un lugar público durante el día, sosteniendo una antorcha en alto. Cuando la gente le preguntara porqué estaba haciendo esa cosa tan loca, su respuesta sería que estaba buscando a los pocos interesados en mejorarse a sí mismos. De esta manera viajaría enseñando y curando, trabajando a la vez con la curación espiritual tanto como con la física.
Durante esos viajes se encontró con el Dr. Chujiro Hayashi, un comandante naval en la reserva. El provenía de una familia muy pudiente y educada. Se encontró con el Dr. Usui en el mercado sosteniendo una antorcha y anunciando su conferencia en un templo cercano.
El Dr. Hayashi quedó muy impresionado por la sinceridad y la convicción del Dr. Usui.
Cuando éste le pidió que le acompañara en sus viajes, el Dr. Hayashi aceptó. Y viajaron enseñando y curando. Cuando el Dr. Usui falleció, el Dr. Hayashi se convirtió en el líder del Reiki.
El Dr. Hayashi abrió una clínica en Tokio cerca del Palacio Imperial. Consistía en ocho camas en una habitación grande, y dos practicantes por paciente. Uno trataría la cabeza y el otro estaría a la derecha tratando la zona del estómago, luego ambos tratarían la espalda del paciente. Todo lo que los practicantes trabajaban aquí era en las sanaciones. También solían ir a las casas de la gente enferma a su llamada.
Para ser un practicante de Reiki en esa época uno tenía que ser aceptado por los maestros en la organización Reiki, y segundo tenía que prometer usar el Reiki cada día y hacerse voluntario algunas horas para practicar Reiki regularmente en la clínica.
Mi primer maestro Reiki, Fran Brown (uno de los 22 maestros de Takata) cree que el Dr. Hayashi desarrolló la práctica del tratamiento usando específicas posiciones de las manos sobre el cuerpo.
Teniendo una formación militar, y por eso más organizada, el Dr. Hayashi habría preferido un método organizado de tratamiento. Además, un método organizado de emplazamientos manuales permite cubrir todo el cuerpo y sus órganos.
El Dr. Hayashi falleció el martes 10 de Mayo de 1940. Eso fue justo antes de la 2ª Guerra Mundial y estaba claro que Japón entraría en la guerra. Siendo un oficial en la reserva, el Dr. Hayashi sabía que sería llamado al deber y que eso le haría responsable de matar a mucha gente. Eso no lo quería hacer, así que determinó terminar con su vida. Además deseaba, y lo hizo, pasar el liderazgo del Reiki a la Sra. Takata (quizás porque ella no estaría en Japón y así estaría relativamente a salvo y capaz de continuar la práctica).
La Sra. Hawayo Takata nació en Hawai, en Kauai, en Navidades de 1900, de ascendencia japonesa. En los años treinta ella se fue a Japón a visitar a sus familiares, y a informarles de la muerte de su hermana. Mientras estaba allá se puso muy enferma y fue ingresada en un hospital. Los médicos iban a operarla, y mientras la preparaban escuchó una voz diciendo, "No tienes que pasar por esto, hay otra manera". Eventualmente saltó de la camilla preguntando, "¿Hay otra solución?". El médico tenía un pariente que había sido curado de disentería en la clínica del Dr. Hayashi y le sugirió a la Sra. Takata que hablara con su pariente. Este llevó a la Sra. Takata a la clínica y sus tratamientos comenzaron.
Después de ponerse bien, la Sra. Takata quiso aprender esto para sí misma. Sin embargo el Dr. Hayashi no estaba dispuesto a enseñarla, tanto porque era americana como por ser una mujer. Por las buenas artes del médico, la Sra. Takata fue capaz de convencer al Dr. Hayashi de que la instruyera en Reiki. Ese entrenamiento le tomó un año y la puso en lo que nosotros llamaríamos el grado segundo de Reiki (ella podía hacerlo todo excepto entrenar a otros practicantes).
Tras ese año volvió a Hawai. Allí ella aprendió también la lección de que el receptor valorara el recibir los tratamientos. Trató a un primo pero no le cobró, este primo no valoró los tratamientos y no se puso bien.
Ella trató a otro pariente y esta vez le cobró, y este pariente permaneció bien. Así la tradición de cobrar por los tratamientos Reiki fue reforzada.
En Noviembre de 1936 el Dr. Hayashi vino a Hawai para dar unas charlas en promoción del Reiki. Durante este periodo entrenó a la Sra. Takata para enseñar Reiki, haciéndola así lo que llamaríamos maestra Reiki. A su retorno le pidió que viniera a verle cuando la llamara.
Tras un tiempo más, la 2ª Guerra Mundial estaba a punto de estallar, pues la parte en Europa ya había comenzado. El Dr. Hayashi apareció en sueños a la Sra. Takata pidiéndole que fuera a Japón. Ella lo hizo y se encontró con que el Dr. Hayashi había desempolvado su uniforme naval y estaba inquieto. Con la guerra a punto de extenderse él sabía que era cuestión de tiempo antes de que el Ejercito Naval lo sacara de su retiro y le pidiera realizar acciones que no era ya capaz de llevar a cabo debido a su desarrollo espiritual. En ese momento le pasó a la Sra. Takata el liderazgo del Reiki. Reunió a todos los maestros Reiki, y anunció a la Sra. Takata como la líder del Reiki, y entonces les hizo saber que mataría su cuerpo físico quemando tres vasos sanguíneos. En tanto seguía hablando y conferenciando esos vasos sanguíneos ardieron y murió.
La Sra. Takata volvió a Hawai y continuó usando y enseñando el Reiki. Eventualmente ella se trasladó a California, usando y enseñando Reiki también allí. Ella no enseñó a otros maestros hasta 1978, y antes de su propia muerte en 1980 ella entrenó a 22 maestros Reiki, dejando a su nieta Phillips Furumoto como la sucesora del Reiki Usui Tradicional.
USUI sé hacia llamar modestamente Sensei, cuyo significado es:
EL QUE LLEGA ANTES

Como funciona Reiki

COMO FUNCIONA REIKI


Reiki es la Energía Universal, que proporciona vida y puede ser utilizado par todo tipo de fines positivos. Es un sistema seguro que puede aplicarse en cualquier momento, lugar o circunstancia.

Desde la física cuántica, a través de las investigaciones sobre el átomo y la energía nuclear, demuestra que el nivel más ínfimo, la materia es al mismo tiempo energía.

El mundo material esta dividido en partículas  cada vez más pequeñas y al final lo que encontramos son ondas de energía que le dan energía a los átomos que son los cuantos.
La energía precede de la materia, así como las emociones y los pensamientos preceden a la acción.

Con la formula de Albert Einstein (E=m.c2) quedó probado que materia y energía son intercambiables.

Desde los tiempos de las medicina china, tibetana e india e incluso alquimista medieval, ya existían técnicas que nos demuestran que la materia efectivamente se transforma y puede ser moldeada con la intervención de una energía mayor, la energía Reiki nutre nuestros cuerpos, órganos y células y regula las funciones vitales, cuando se interrumpe la circulación de esa energía ocurre la disfunción en los órganos y tejidos de nuestro cuerpo.

Por excesos físicos, emocionales y mentales, liberamos energías y esas liberaciones generan nudos energéticos que interrumpen el flujo de la energía, lo que trae como consecuencia el incorrecto funcionamiento de órganos y glándulas; las manos del terapeuta emiten vibraciones que desatan esos nudos perjudiciales.

De ese modo llegamos a intervenir efectivamente en la materia. En otros campos de energía y en la conciencia, lo que conduce a un estado de bienestar, plenitud, armonía y equilibrio.

Para transmitir la energía no es necesario ver la energía o concentrarse en ella, no trasmitirle la propia energía. Lo que se transmite es la Energía Universal, a través del terapeuta que funciona como un canal de sanación.

La energía de Reiki armoniza y equilibra. Si hay demasiada energía en un área o si no hay suficiente, esta área se encuentra en desequilibrio y cuando faltan el equilibrio y la armonía, existe un potencia para contraer enfermedades.

En estado de equilibrio el individuo experimenta un potencial de curación.

La energía se transmite simplemente por la imposición de las manos sobre uno mismo, o sobre otra persona.

Cuando aplicamos Reiki a una persona que “está enferma”, consideramos que el organismo se encuentra en un estado de desequilibrio.

Durante el tratamiento de Reiki se va abriendo el camino hacia las áreas causantes del desequilibrio.

Reiki incide en varios niveles de los seres vivos, los aspectos físicos, mentales, emocionales y espirituales se ven potenciados gracias a la energía de Reiki.

Reiki se transmite desde el corazón y se suele experimentar como la recepción del amor incondicional. Este amor tiene el poder de devolvernos al estado de paz y armonía. Y este estado nos conduce al estado de salud y equilibrio.

El terapeuta de Reiki transmite esta energía, al paciente para que sea armonizado de manera que su organismo comience un camino de sanación de una manera natural.

Así la energía tiene, por sí sola la capacidad de dirigirse directamente al lugar dañado y necesitado, instantáneamente, evitando y disolviendo los bloqueos emocionales y mentales, para así liberar la salud del paciente.

La sanación del paciente NO DEPENDE DEL TERAPEUTA, sino de los propios procesos emocionales, espirituales y del aprendizaje del paciente. Además, de la apertura que tenga hacia la energía Reiki, para permitir su ingreso y equilibrio.

Cuando el terapeuta transmite Reiki, también está siendo armonizado al mismo tiempo. Recibiendo los beneficios del tratamiento mientras le está aplicando al receptor. Cuando más practiques Reiki mayores serán los beneficios ya que el grado de armonización será mayor y cuando mayor armonización mayor salud.

Además, por ley Divina cuanto más das, más recibes del Universo, por eso mi querido terapeuta de Reiki anímate a brindar esta maravillosa energía, canalizando, amor, paz, alivio y porque no, Sanación a aquellos seres que lo necesitan.
EL UNIVERSO TE BENDECIRÁ POR ELLO:

DIEZ CARACTERÍSTICAS DE REIKI

1-     No es necesario un entrenamiento o capacitación especial. Cualquier persona que recibe la iniciación puede recibir la energía Reiki y a su vez transmitirla a otra persona.
2-    No se pierde la capacidad de ser un canal de energía aunque la persona no la utilice durante mucho tiempo. Esta capacidad es para toda la vida.
3-    No hace falta concentrarse ni meditar mientras se transmite la energía. Reiki, es independiente a la mente de quien la transmite.
4-    La energía fluye libremente hacia el paciente que la ésta recibiendo, siendo éste el que determina la cantidad que necesita absorber.
5-    El practicante no es afectado por la energía negativa de la persona a quien transmite Reiki, ya que recibe una protección especial en su alineación.
6-    El practicante nunca da su propia energía, sino que es un canal de la energía de Reiki.
7-    La terapia de Reiki no tiene contradicciones y se adapta a otras técnicas de sanación (acupuntura, dígito puntura, masaje, reflexología, etc.). Acompaña y favorece los tratamientos de medicina tradicional.
8-   La energía necesario fluye independientemente de la creencia o no del paciente (la fe no es necesaria y la sanación no se produce por sugestión de paciente)
9-   La energía de Reiki es aplicable a todo, personas, animales, plantas, artefactos, ambientes, lugares, alimentos, remedios, etc..

10-Todos pueden aprender esta técnica, sin ningún impedimento (edad, creencias religiosas, profesión, etc.).